Garantizar la sostenibilidad de la entidad supone contar con un gobierno corporativo sólido que vele por la gestión de los riesgos, el cumplimiento normativo y la toma de decisiones correcta y eficiente mediante la asignación de funciones y responsabilidades.
La fortaleza de la estructura de gobierno garantiza la aportación de valor a todos los grupos de interés y refuerza la posición del banco frente al sector y el mercado.