¿Qué podemos esperar de las bajadas de los tipos de interés? - Creand
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¿Qué podemos esperar de las bajadas de los tipos de interés?

Tras 4 años con los tipos de interés al alza para combatir la inflación provocada por las políticas monetarias laxas, parece que el viento cambia de dirección. Echando la vista atrás, que siempre es algo bueno por la corta memoria que nos caracteriza a los humanos, hay que recordar que en los últimos años hemos encadenado una serie de crisis (las más recordadas e importantes han sido la gran crisis financiera de 2008 y la recesión por la pandemia de COVID-19 el 2020, pero hemos sufrido alguna más por el camino). La solución adoptada para dar respuesta a esta situación pasó por mantener los tipos de interés en mínimos históricos (en muchos casos en negativo) durante un período muy largo de tiempo. Y la consecuencia final para la economía, aparte de evitar recesiones desoladoras, fue generar presiones inflacionistas por el exceso de dinero en circulación que estallaron en 2022, con niveles de inflación superiores al 10 % en muchos países desarrollados.

La reacción de los bancos centrales no se hizo esperar y, de forma rápida y agresiva, empezaron a subir los tipos oficiales entre 2022 y 2023 para intentar rebajar el nivel de precios. Después de algunas dudas iniciales, parece que en 2024 empieza a darse por ganada la batalla y las autoridades monetarias han empezado a modificar su discurso y sus decisiones.

Así, este mes de septiembre, después de meses de cierta duda por no correr demasiado con el cambio, con la decisión de la Reserva Federal (Fed) en los últimos días de bajar en medio punto el tipo, parece que definitivamente se confirma el cambio de rumbo de los bancos centrales. Esta decisión, aunque sorprendente en parte por la cuantía del recorte, no era del todo inesperada, puesto que otros bancos centrales ya habían iniciado las rebajas. Sin ir más lejos, el BCE ha rebajado la misma cantidad, pero en dos reuniones, la de junio ​​y la de septiembre.

Si damos credibilidad al presidente de la Fed, Jerome Powell, estamos solamente ante el inicio de la fase de reducción de los tipos de interés. Según sus declaraciones posteriores, si la economía estadounidense se comporta como esperan, antes de fin de año podemos esperar una nueva rebaja de 50 puntos básicos y de un 1 % para 2025. Y todos sabemos que si ellos siguen esta estrategia, el resto de bancos tarde o temprano se subirán al carro.

¿Y qué implicación tendrá esa decisión? La más clara y notoria es la rebaja del coste de las hipotecas (y otras formas de financiación). Aunque en lo que se refiere a los mercados financieros, la respuesta no es tan clara, ya que lo importante será ver si las rebajas se deben más al control de la inflación como se está vendiendo ahora o si, por el contrario, se debe más al miedo a una recesión económica.

Si nos abonamos a la idea actual de “aterrizaje suave” sin presiones inflacionistas, podemos esperar una normalización de la curva de los tipos de interés. Esto significa que, a mayor plazo de la deuda, mayor será el rendimiento, lo cual beneficiaría a los inversores que tienen en su cartera activos de renta fija a largo plazo. Por su parte, en los mercados de renta variable, este escenario es el mejor de todos, ya que garantiza un cierto poder de precio (crecimiento de precios) y una demanda sostenida que implicará beneficios empresariales positivos y, por lo tanto, posibilidad de mantener las subidas en las bolsas internacionales.

Por el contrario, si lo que vemos en los próximos meses es que la inflación se resiste a bajar en la zona de confort del 2 % y que el crecimiento económico se modera más de lo esperado, la respuesta de los mercados puede ser muy distinta. En ese caso estaríamos hablando de una situación de estanflación y los bancos centrales se encontrarán entre la espada y la pared. No podrán bajar los tipos al ritmo que quieran para no incrementar las presiones inflacionistas, ni subirlos para no provocar mayor sufrimiento en la economía. Por tanto, la reacción de las bolsas internacionales sería la de recogida de beneficios y correcciones generalizadas, mientras que los activos de renta fija pueden actuar como refugio para los inversores.

En definitiva, damos la bienvenida a la bajada de tipos de interés (al menos a nivel personal, al ser yo uno más de los hipotecados), pero no nos confiamos en que esta decisión asegurará la continuidad de las subidas en las bolsas internacionales. Deberemos estar atentos a los próximos datos macroeconómicos (PIB, inflación y mercado laboral, especialmente) para tratar de anticipar el comportamiento de los mercados financieros. Mientras tanto, la prudencia y la diversificación serán las claves para no sufrir en exceso y perder horas de sueño.

Artículo publicado en el Diari d’Andorra, 26.09.24