Ricitos de Oro, superhéroes y la Bella Durmiente - Creand
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Ricitos de Oro, superhéroes y la Bella Durmiente

Como en el cuento de la niña que entra en casa de los osos, los inversores creen que la economía no está ni demasiado fría ni demasiado caliente, y la inflación, ni demasiado fuerte, ni demasiado floja. Los bancos centrales podrán así bajar los tipos antes de que se debilite la macro, mientras los precios se siguen moderando por sí solos. Unas palomitas, y a disfrutar del espectáculo. ¿Para qué películas de superhéroes? En esta, todos los activos financieros vuelan que da gusto. Las bolsas han tenido el mejor primer trimestre desde hace un lustro y los spreads de crédito se contraen. Malos tiempos para ser prudente (el villano de la función). ¿O tal vez no?

Hablando de héroes, quien les escribe está de luto, ya que ha perdido a dos recientemente. A finales de noviembre nos quedamos sin Charlie Munger, fiel escudero de Warren Buffett y paradigma del sentido común en esto de invertir (que es de todo menos habitual; uno se pregunta quién le puso ese nombre). Defendía, entre otras muchas cosas, que cuando predomina el entusiasmo (actualmente, los indicadores se salen del gráfico), se hace difícil encontrar buenos precios (ergo, buenos retornos a medio y largo plazo). Hace unos pocos días, nos dejó también Daniel Kahneman, el único psicólogo premio Nobel de Economía (autor de uno de mis libros de cabecera, Thinking, fast and slow), que demostró que la especie humana está lejos de ser racional, como se enseñaba (¿enseña?) en la carrera de economía, y que nuestro cerebro no está diseñado para invertir bien. Domina ahora el FOMO (“fear of missing out”), o miedo a perdernos las subidas, se entiendan o no. Los activos financieros se han desconectado de la realidad. Se revisan los beneficios a la baja mientras suben las bolsas, lideradas por sectores cíclicos, en anticipación de rebotes macro. Se contraen las primas de riesgo en renta fija, y las emisiones se sobresuscriben como si no hubiera mañana, pero Europa no crece, Japón e Inglaterra se contrajeron el último trimestre, y decir que China languidece es ser amable. No será por riesgo geopolítico, tampoco, que toque brindar con champán.

En definitiva, solo hay dos posibilidades: o la realidad va hacia lo que descuentan los mercados, o los mercados van hacia la realidad. Puede que sea lo primero. La economía americana sigue sorprendiendo a propios y extraños, con una fortaleza inusitada. China parece que toma un poco de impulso, y Europa algún día mejorará (dedos cruzados). La inflación, por mero efecto base, se va corrigiendo, aunque no a la velocidad deseada. El mercado laboral (en EE. UU. y en casi todas partes) es robusto a más no poder. Lo que descuadra en la narrativa del goldilocks (como se le llama a este escenario, “ricitos de oro” en inglés) es que no parece muy sensato que los bancos centrales bajen tipos a lo loco. Arriesgarían un rebote de la inflación, que se llevaría su credibilidad por delante, y se quedarían sin “munición” para cuando vengan tiempos peores. Supongamos que, a pesar de lo anterior, concatenan bajadas de tipos: eso ya lo descuentan los precios actuales… Sin embargo, si al final es lo segundo y los mercados financieros son los que se dan de bruces con una realidad distinta a la que esperan, a más de uno se le van a atragantar las palomitas. Los villanos van a salir bien parados, en esa peli. Más cuando ser prudente no significa no hacer nada y esperar a que lleguen tormentas.

No invertir nada en renta variable puede llegar a ser una temeridad, también, si la inflación no retrocede. Ser prudente significa participar de las oportunidades (que siempre las hay, en todos los activos, simplemente toca ser un poco más selectivos) y dejar espacio para las que puedan venir. Más cuando ahora nos pagan mientras esperamos, sin tener que asumir mucho riesgo. A los villanos de esta película tampoco les va tan mal. Tal vez sus carteras ganen menos que las de los superhéroes, pero duermen de cine. Si sigue la alegría, mejor. Si al final hay tormenta, podrán pescar en río revuelto. Que no sea que los mercados financieros actuales viven en el cuento equivocado. A lo mejor deberían buscar al espejito de la Bella Durmiente y preguntar quién es la más bella del lugar. Tal vez se llevasen alguna sorpresa.

Cierre de redacción:  10 de abril de 2024

Escrito por
Autor post
David Macià, CFA
Director de Inversiones de Creand Asset Management Andorra