No había unanimidad entre los miembros del consejo del Banco Central Europeo, pero finalmente, el BCE ha subido los tipos de interés un 0,25% para dejar la tasa de depósito en el 4%. Los mercados están convencidos de que se trata del techo de los tipos de interés y que no habrá más subidas, quizá influya que Lagarde dijese literalmente que: “el BCE ha hecho suficientes esfuerzos como para devolver a la inflación al objetivo del 2%”.
Han bajado las estimaciones de crecimiento de la zona euro al 1% para 2024 (respecto al 1,50% que esperaban antes), aprovechando así Lagarde para comentar que nos adentramos en un periodo de crecimiento económico muy, muy bajo. Asimismo, reconocen que la inflación tardará en alcanzar el nivel objetivo del 2% al menos hasta 2025. De este modo, han revisado al alza las previsiones de inflación hasta el 3,2% en 2024, dos décimas más que antes.
El Euro ha reaccionado cayendo respecto al dólar. Además, las bolsas han reaccionado al alza, así como los bonos gubernamentales veían como su rendimiento disminuía casi 10 puntos básicos. Claramente el mercado ha interpretado como “dovish” la intervención de hoy del BCE. Las curvas de tipos se invierten hoy todavía un poquito más, mostrando que cada vez hay más adeptos a que habrá un error de política monetaria.